viernes, 16 de abril de 2010

El Calabacín

Folato, vitamina C, vitamina B y beta carotenos. Todo eso y más es lo que aporta el calabacín, una sabrosa verdura que, por su alto contenido en agua, tiene efectos diuréticos y apenas engorda. Todo virtudes para un alimento que admite mil formas de preparación.

Gratinado al horno, rebozado y frito, en tortilla, en crema, en guiso, de guarnición… Innumerables son las formas posibles de preparar el calabacín, una sabrosa verdura que da mucho juego entre fogones.
Y así es desde hace muchos años, porque el calabacín se viene cultivando desde la antigüedad en multitud de regiones de todo el mundo. Aunque sobre su procedencia los historiadores no parecen ponerse de acuerdo, se estima que se comenzó a cultivar en Asia, en La India, para ser más concretos. Otros sitúan su origen en América del Sur; de hecho, parece que existen pruebas de que algunas subespecies se cultivaban en México hacia el año 5.000 a de C.

Además de sus características nutritivas, se asocia a los calabacines otras virtudes, más relacionadas con la magia. En efecto, su cultivo se relacionaba en la antigüedad con ritos de prosperidad de las cosechas.

No es de extrañar que se trate de una planta con tan larga tradición histórica si se tiene en cuenta que es una de las verduras con más virtudes nutritivas, algo que ya era apreciado por nuestros antepasados.

Una de las características alimenticias que lo convierten en un alimento tan recomendable es su alto contenido en vitamina C. Hasta tal punto es así que puede decirse que una porción de 100 gramos de calabacines ligeramente hervidos suministra una cuarta parte del requerimiento diario de esta fundamental fuente de vida.

Puede decirse que 100 gramos de la alargada verdura proporcionan aproximadamente 100 mg de esta vitamina de la que se recomienda se ingieran 400 cada día.

Tampoco se pueden olvidar los necesarios beta carotenos , que el organismo transforma en vitamina A y que también son suministrados por los ricos calabacines. A todas estas propiedades nutritivas hay que añadir su alto contenido en fibra que lo convierten en un producto muy adecuado para los que padezcan del incómodo estreñimiento.

Delicioso y nutritivo, sólo se podía esperar algo más de este alimento: su bajo contenido en calorías. Apenas aporta 15 calorías por cada 100 gramos de producto. Y es que está compuesto en un 95% por agua. De ahí vienen sus propiedades diuréticas y su bajo contenido en grasas. Del mismo modo, esta es la razón por la que se recomienda consumir calabacines en la mayor parte de las dietas de adelgazamiento.

El más común es alargado, verde por fuera y blanco por dentro, pero también los hay de piel amarilla, a rayas o jaspeada, casi siempre comestible. El calabacín es, en realidad, un tipo de calabaza, como su propio nombre indica –diminutivo de esta última-.

Procede de una planta pelosa, de hojas verdes, redondeadas y lobuladas que hoy en día se cultiva en la zona mediterránea, Holanda, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Y continúa su expansión, debido a la facilidad con que florece y se desarrolla. Aunque se puede decir que prefiere los lugares soleados, aguanta temperaturas muy variadas.

Generalmente se recolectan a medio hacer, cuando su longitud se sitúa entre los 15 y los 20 cm, aunque pueden llegar a alcanzar los 40 cm de largo, 12 cm de diámetro y los 2 kilos de peso.

No hay comentarios: